La constante e insospechada variabilidad de los organismos que nos rodean, a diferencia de los que habitan espacios naturales, no parece sorprender a ecologistas, naturalistas, ni mucho menos a Darwin, prócer al cuál pertenece y tomé prestado el titulo de este prólogo - The Variation of Animals and Plants under Domestication, Charles Darwin 1868.
Para algunos, la desleal competencia entre animales domésticos, criados o cultivados por el ser humano versus aquellos que deben lidiar con las adversas condiciones del medio ambiente salvaje - Andrew Knight 1811, determina y explica por qué es posible observar aves de granja con distintos tipos de plumas, anatomías o capacidades reproductivas, versus las escasas variaciones de razas que encontramos en entornos naturales. Sin lugar a dudas existen más tipos de perros que lobos; tan sólo en España, las razas de bovinos domesticados superan las 36 - BOE, 2009, mientras que en todo el mundo sólo hay 6 tipos de flamencos, cuatro en América y dos en Europa.

...afirmar que no podemos expandir la producción a aquellos que la consumen, sería contrario a toda experiencia.

- Comparación entre organismo salvaje y resultado de la modificación selectiva.

- Background memes.

- Intervención y viralización de imágenes.

Si bien las condicionantes que explican este fenómeno son múltiples, hay dos factores de interés a considerar: la naturaleza del organismo y la naturaleza de las condiciones de vida - Darwin 1882.

Parece ser, con mucho, el más importante, aquel que está definido por las características del individuo, ya que cambios muy similares pueden ocurrir en condiciones ambientales diferentes; y, por el contrario, variaciones disímiles se gestan en entornos casi iguales. De esta manera, los efectos en la descendencia de seres vivos pueden ser determinados o indeterminados.

Una variación será determinada cuando un numero considerable de descendientes de individuos sometidos a ciertas condiciones, durante varias generaciones, son modificados de la misma forma. Esta capacidad de seleccionar y "producir" nuevas especies teniendo como fin la obtención de una cualidad determinada, ha sido la clave en la diversidad de seres para el consumo humano. Un pelaje más grueso, según el tipo de clima, tamaños distintos, según la cantidad de alimentos, mayor cantidad de granos, mediante un cultivo selectivo, etc.; han sido provocados bajo una razón eficiente. Si esta condición se mantiene durante una larga serie de generaciones, sobre un numero amplio de individuos, todos, probablemente, variarán del mismo modo; dando como resultado, una nueve especie.

Esta hegemonía en la producción de seres vivos no pertenece exclusivamente al ser humano, pero su apropiación y la asimilación de estos procesos evolutivos, sumamente complejos, ya notablemente marcados por largos períodos de cambios, que aparecen entre múltiples organismos, y que no requieren del entendimiento específico del funcionamiento de la genética para su éxito, puede considerarse, desde una impronta evolutiva, una de las principales singularidades en la historia de la especie humana.

Este fenómeno, manoseado por la ciencia ficción y preocupante si no se articula éticamente; ya es parte de nuestra historia como especie. Las culturas ancestrales, reconocieron que cruzando ciertos animales o cultivando de una manera determinada podrían "producir" los seres vivos que los rodeaban. Ninguno de ellos conocía los conceptos que emergieron tras las teorías de Mendel o tenía acceso a las tecnologías de manipulación genética que hoy conocemos; sólo bastó entender la dinámica y tras ensayo y error, dominar la técnica.

LA EVOLUCION NO ES SOLO BIOLOGICA

Con internet dominando nuestras vidas, la palabra red (network) aparece en cada artículo que intenta describir la forma en que interactuamos, coordinamos y producimos contenidos. Los puntos de vista varían según la disciplina que analiza el fenómeno: la epidemiología compara los mecanismos de propagación viral con las condicionantes que debe poseer un mensaje para traspasar una membrana determinada; la sociología estudia las relaciones entre los nodos que conforman una red, relegando el peso de los enlaces y jerarquizando las tareas que hacen emerger una red social; la física, por su parte, determina formas de aprovechar los efectos de la mecánica cuántica para acelerar los procesos digitales; y así, cada área del conocimiento humano se nutre desde la inmaterialidad de los procesos y la inmediatez que brinda una red global como Internet.

El comienzo de este nuevo sistema de comunicación/interacción tuvo un origen algo tortuoso; la necesidad de conectar, durante la guerra fría, a tres grupos de investigación norteamericanos de DARPA: el SDC en Santa Mónica, el proyecto Genie en Berkeley y el proyecto Multics en el MIT; fue el origen a lo que hoy conocemos como Internet - Linked. The New Science of Networks, Barabasi, 2012.

No es mi intención hacer de este documento una explicación parcelada de los hechos que dan inicio a la World Wide Web, ni tampoco hacer un barrido histórico sobre conceptos como conmutación de datos o ARPANET; por el contrario, la clave está en describir y analizar la forma en que ha evolucionado nuestro mundo digital; fenómenos caracterizados por una velocidad mayor a la que observamos en eventos del mundo físico, pero con patrones que están presentes de forma tácita en otros ámbitos del quehacer humano.

Los comienzos de internet fueron dominados por sitios desarrollados por programadores. El desafío era codificar de manera universal y de bajo peso las páginas que serían desplegadas desde cada navegador. La solución para estandarizar un lenguaje compatible con los requerimientos de la tecnología fue el HyperText Markup Language. Formato de texto, basado en marcadores que hacen referencia a los elementos que contenga el sitio. De esta manera, una página web era en esencia, texto y "tags", estas marcas indican y posicionan los objetos (imágenes, videos, animaciones) que se visualizarán en la página, dejando la labor de buscar los objetos referenciados y desplegarlos en la página Web a los navegadores.

Los conocimientos necesarios para producir este tipo de sitios requería a expertos en los lenguajes de programación. Diseñadores con conocimiento en programación Web o programadores bajo la supervisión de diseñadores, y lamentablemente, en muchos casos, programadores sin la supervisión de un adulto responsable. Durante este período, el mundo digital Web, era, en un porcentaje altísimo, unidireccional. Las posibilidades de interactuar estaban limitadas al envío de correos o la activación de sitios de autor, los que eran generados bajo aplicaciones de mayor complejidad, pero que no incluían medios eficaces de interacción. No existían protocolos para producir contenidos o interactuar con otros miembros de la red, restringiendo el rol de los usuarios al de observadores. Esta generación inicial, definida por sitios estáticos HTML es conocida como Web 1.0 y tuvo una vigencia aproximada de 12 años. Si bien, no es posible definir un punto de inflexión, el consenso define el umbral de evolución a comienzos del 2004.

Fueron pequeñas mejoras en las prestaciones de las plataformas web las que precipitaron la aparición de una segunda "versión" de ella. Tim O'Reilly en el 2004, utiliza el termino 2.0, inicialmente descrito en 1999 - Fragmented Future, Darcy DiNucci., haciendo referencia a la acumulación de mejoras que enriquecían la experiencia de navegación digital: aplicaciones Web, alojamiento de videos, blogs, entre otras funciones participativas.

Durante los últimos años, han sido las redes sociales las que han atraído la atención de investigadores y desarrolladores. Su velocidad e impacto trasciende el entorno web, permea otras plataformas comunicacionales y logra promover acciones en el mundo físico. Movimientos sociales y grupos con intereses particulares utilizan estos medios para la coordinación y producción de material.

Una de las causas evidentes de esta proliferación es la democracia productiva. Los avances tecnológicos no sólo se ven reflejados en la velocidad de procesamiento o en las prestaciones técnicas, la Web 2.0 permitió que los usuarios de la red tuvieran las herramientas para compartir contenidos, pero también, para producirlos sin tener los conocimientos expertos requeridos durante los comienzos de Internet. Hoy una persona puede crear un sitio, a partir de templates pre-definidos o comenzar desde cero, sin contar con la preparación de un programador, los conocimientos de un diseñador o la infraestructura de una corporación. No cabe duda que en muchos casos, los resultados obtenidos, carecen del refinamiento o estructura esperada bajo un proyecto profesional; pero es indudable que los usuarios comienzan a entender que variables deben modificar para que un producto digital posea un objetivo determinado. Mayor propagación, según su adaptabilidad; alto índice de visitas, a partir de la sorpresa o calidad técnica; impacto en acciones en el mundo físico, mediante campañas denuncia, etc. Estas decisiones han sido basadas bajo una razón determinada.
Cuando estas condiciones se mantienen durante un período de tiempo, sobre un numero amplio de plataformas, la mayoría, eventualmente, variarán del mismo modo; dando como resultado, un nuevo tipo de contenido Web.
Memes y Rickrolls son algunas de las nuevas especies digitales que han surgido tras las interacciones de usuarios de la red.

Habiendo aludido a la cuestión de la variabilidad determinada, debo referirme al concepto de Prosumer, popular en las redes sociales; éste acronismo emerge desde la fusión de productor y consumidor, o profesional y consumidor. Hace referencia a aquellos individuos que generan y consumen, y está presente en múltiples áreas del desarrollo humano. En el caso del mundo Web, son aquellos usuarios que no sólo consumen contenidos digitales, sino también, nutren de nuevo material a las distintas plataformas que habitan.

Estos nuevos productos digitales se producen y propagan por la red a velocidades insospechadas. La tasa de "mortalidad" es abrumadora, pero la aparición de nuevos productos supera lo que hemos observado en otros fenómenos evolutivos. Los usuarios comienzan a entender las dinámicas para lograr obtener productos exitosos, y en muchos casos, vemos ejemplos en que usuarios inexpertos, tras ensayo y error, han dominado la técnica.

Parece ser que la domesticación de los productos Web comienza a generar las nuevas especies de la fauna digital. Que tuviese o no buen éxito el experimento, no es de gran importancia para este análisis, pues, por el experimento mismo, las condiciones del mundo digital han cambiado. Si pudiese demostrarse que las variedades digitales domésticas manifiestan una tendencia a la desaparición, retornando a la hegemonía de una producción experta; tendríamos certeza que la autoría debe mantenerse bajo la tutela de aquellos que están preparados para su ejecución. Por ahora, no hay una sombra de prueba a favor de esta opinión: afirmar que no podemos expandir la producción a aquellos que la consumen, sería contrario a toda experiencia.