Interacciones, conflictos, controversias y activadores de redes sociales
artículo Revista Diseña
Pablo Hermansen & Alejandro Durán, 2013
This article analyses the ?social network? concept with the objective of developing a delimited definition that favours its critical use and become useful to the description and interpretation of social networks and to the design of mechanisms that activate such networks.
A scheme is proposed where the knot?s place is not occupied by the actor as it is usually conceived, but by the interaction. Consequently, a social network would be a group of interactions that share an occasion and refer about a controversy or, at least, about a conflict.
This conceptual analysis is embodied in an applied investigation, which is described along the article, whose focus are the tracks and manifestations that emerge after some information transfer within a social network: the Intensive Care Unit of the Exequiel González Cortés Pediatric Hospital.
es a través del hacer -y sólo ahí- que el orden, sentido, racionalidad y estabilidad de las actividades sociales se cumple y se hace posible.-- Firth, 2010
El artículo analiza el concepto de ?red social? con el objetivo de desarrollar una definición acotada que favorezca su uso crítico y sea útil a la descripción e interpretación de redes sociales y al diseño de dispositivos para la activación de dichas redes. Se propone un esquema en el que el lugar del nudo no es ocupado por el actor, como suele concebirse, sino por la interacción. En consecuencia, una red social sería un conjunto de interacciones que comparten una ocasión y refieren a una controversia o, a lo menos, a un conflicto. Este análisis conceptual se encarna en una investigación aplicada, descrita en el desarrollo del artículo, cuyo foco está en las huellas y manifestaciones que emergen de las transferencias de información al interior de una red social: la Unidad de Paciente Crítico del Hospital Pediátrico Exequiel González Cortés. No es exagerado afirmar que la palabra "red" es hoy un Trending Concept. Como tal, refiere, cada vez más, a asuntos diversos y soporta variadas connotaciones. Si bien la RAE, baluarte del consenso en el lenguaje, define ?red? haciendo referencia a un tipo preciso de objeto1, en el habla diaria esta palabra es profusamente usada para figurar la manera cómo nos articulamos socialmente. En particular, se le ha cargado el deber de representar a las agrupaciones de "actores sociales" (Latour 2008), especialmente aquellas vinculadas digitalmente. Coincidentemente, es ya un lugar común usar la figura de una red -por ejemplo, de pesca- para representar visualmente a un grupo de actores sociales vinculados entre sí. No obstante, esta metáfora visual no está libre de connotaciones problemáticas, ya que dicha asociación conlleva supuestos que merecen revisión. Primero, la red de pesca es un objeto material, con límites, partes, organización y usos propios de su constitución física. Al contrario, una red social es un flujo de interacciones ocasionales, las que solo son perceptibles y documentables por sus manifestaciones y huellas. Dado que estas manifestaciones y huellas nos permiten visualizar solo parcialmente el devenir de una red social, no hay documentación que la represente cabalmente. Al contrario de la red de pesca, las redes sociales no tienen límites definitivos. Cuando un hablante usa la palabra red para referirse a algún colectivo, suele atribuirle un alcance que va más allá de lo que puede percibir directamente. Así, actores sociales sin contacto directo aparecen efectivamente vinculados por participar de una misma red. Sucede esto con las redes de transporte, de influencia, las redes online, la internet y las intranet, las delictuales y las de salud, entre muchas otras. A su vez, las partes que componen una red social no son -como en la red de pesca- estables. Los límites entre actores suelen ser más bien difusos, dado que su organización y las funciones que cada uno ejerce suelen acomodarse a la ocasión. Sin embargo, y a pesar de los descalces entre la figura de una red de pesca y las cualidades de una red social, un análisis detallado de la red como aparejo nos permite re-definir su utilidad como representación. Detengámonos en las partes de la red de pesca y su organización. A pesar de que la cuerda es la materia prima de una red de pesca, lo que la constituye es el conjunto de los nudos y la trama que resulta de las relaciones de distancia entre ellos. Por un lado, el nudo ?unidad básica de la red? es la consecuencia de la interacción que vincula las cuerdas. Por otro lado, las relaciones de distancia y la frecuencia entre los nudos es lo que, finalmente, nos permite llamar "red" a un determinado tipo de aparejo. Sin un conjunto de nudos vinculados entre sí de manera regular, las cuerdas no constituyen una red. No obstante, cuando se usa la red de pesca para representar una red social, se suele colocar al actor en la posición del nudo. Esta manera de traducir la figura supone que los actores, como los nudos, definen la red. Así, las interacciones entre actores quedan relegadas a un rol indispensable pero subsidiario, como el de las cuerdas en la red de pesca: un tipo de cuerda, a pesar de ser un material básico para la red, es reemplazable por otro, mientras la nueva cuerda se adapte a la trama que los nudos crean. Por extensión, este modo de interpretar la figura sugiere que las cualidades de la interacción ocupan un segundo plano en relación al perfil del actor: podemos reemplazar, sin alterar la red, una cuerda de fibra sintética (un tipo de interacción) por una de fibra natural (otro tipo de interacción), en la medida que la nueva cuerda permita mantener la estructura impuesta por los nudos (actores). En el presente artículo nos proponemos invertir esta interpretación, colocando las interacciones en la posición de los nudos. Siguiendo a Latour (2008), sin una trama de interacciones entre actores no se constituye una red social. Más precisamente, como arqueólogos colocaremos las huellas y las manifestaciones de dichas interacciones en los nudos de la red, con el objetivo de re-ensamblarla. La trama que emerge de las relaciones entre las huellas y manifestaciones de una red social nos permite reconstruir su "conflicto" y "controversia". A su vez, el conflicto y la controversia es lo que convierte un conjunto de interacciones en una red social. En consonancia con los postulados de la "etnometodología" (Garfinkel 2006), consideramos que "es a través del hacer -y sólo ahí- que el orden, sentido, racionalidad y estabilidad de las actividades sociales se cumple y se hace posible" (Firth 2010, 600). Así, en la medida que una o varias controversias y conflictos orquesten un determinado enjambre de interacciones -y a pesar de que cambien los actuantes- la red mantendrá su identidad. Como aquello que constituye una red social son las interacciones que comprende, no la entenderemos como un objeto ?sea físico, digital, semiótico o híbrido? que se puede describir de manera estable, sino que como una aglomeración fluctuante de interacciones ocasionales. En consecuencia, y dado que el aglomerante de las interacciones son las controversias y los conflictos entre actores, nos proponemos re-ensamblar dichas controversias y conflictos articulando las huellas y manifestaciones dadas -es decir sus "datum"- o producidas etnográficamente -o sea sus "factum"- (Flusser 1995). Por último, interpretamos que la percepción de que una red social se extiende más allá de lo observable directamente no es consecuencia del número de actuantes asociados a la red, sino que de la densidad y del curso impredecible de las interacciones que la componen: una red social no depende de la cantidad de actores que convoca, sino que de la complejidad e intensidad de la trama que crean sus interacciones. Para Latour (2008), esta impredictibilidad se explica porque "la acción debe considerarse (...) como un nodo, un nudo y un conglomerado de muchos conjuntos sorprendentes de agencias, los que tienen que ser desenmarañados lentamente" (Latour 2008, 70).
¿Cómo distinguir una red social?
El primer desafío al que nos enfrentamos para usar "de manera útil" un Trending Concept como "red social", es definir qué es y, muy importante, qué no es. Nuestro propósito al acotar los alcances del concepto no es deslegitimar los múltiples usos que se le da en el habla cotidiana -ya que esa es una batalla que, a todas luces y felizmente, perderíamos. El interés por desarrollar una definición acotada de este concepto es favorecer su uso crítico, útil a la descripción e interpretación de redes sociales y al diseño de dispositivos para la activación de dichas redes. Como hemos insinuado, entendemos una red social como un conjunto de interacciones que comparten una ocasión y refieren a una controversia o, a lo menos, a un conflicto. Dependiendo de la red, podría comparecer más de un conflicto o controversia; a su vez, por estar constituidos de interacciones, los conflictos y las controversias mutan constantemente, de acuerdo a la ocasión y a las variaciones del comportamiento de los actores. Desde nuestra perspectiva, no es una red social un conjunto de interacciones que, compartiendo la misma ocasión, solo sirvan para que un grupo de actores se colectivicen. Por ejemplo, no constituyen una red social los prosumers de videos tipo Harlem Shake, quienes se relacionan sin mediar un conflicto -es decir ninguno actúa porque alguno de sus objetivos se haya obstruido- ni una controversia. Todos quienes participan están de acuerdo respecto de lo que es un video tipo Harlem Shake: cada nuevo video de este tipo corrobora el consenso. Tampoco constituyen una red social quienes participan de un "taco" automovilístico: a pesar de que el conflicto es evidente y común a los involucrados, lo que congrega a los actores no son las interacciones mutuas. Ahora, si quienes participan del taco comienzan a interactuar entre sí, socializan el conflicto e involucran a otros actores en una controversia, entonces tenemos una red social -por ejemplo, si los atrapados en el taco usan sus smartphones para socializar su molestia, colectivizarse e interpelar a la autoridad respecto de lo que deberían ser las vías urbanas-. Con el objetivo de encarnar los conceptos expuestos, reflexionaremos alrededor de las huellas y manifestaciones de la red social que constituye la Unidad de Paciente Crítico -en adelante UPC- del Hospital Pediátrico Exequiel González Cortés -en adelante HEGC-. Lo anterior, porque al día de hoy nos encontramos desarrollando una serie de iniciativas de investigación aplicada inspiradas en los principios que hemos descrito en el presente artículo. Como ninguna red social es igual a la otra, evitaremos una descripción general de su composición: cada caso reclama una manera particular de re-ensamble. En el presente artículo usaremos dos pares de coordenadas para organizar las huellas y manifestaciones de nuestra red social: en un eje colocaremos los polos explícito-tácito y, en el otro, lo íntimo-colectivo. La primera pareja de polos nos permite organizar las huellas y manifestaciones por su modo de evidenciar conocimiento y, la segunda, por el alcance de éste.Descripción de las interacciones, conflictos y controversias que constituyen la UPC del HEGC como una red social
El HEGC es un "establecimiento de alta complejidad" (Observatorio Urbano - MINVU 2006). Pertenece al Servicio de Salud Metropolitano Sur, da cobertura a un área que, para el año 2010, tenía 1.086.901 habitantes, contaba con 931.318 personas inscritas y, por su calidad pediátrica, beneficiaba entonces a 240.000 niños y adolescentes. Por ser un organismo asociado a la Universidad de Chile, el HEGC tiene una doble misión: ser asistencial y docente. Su misión asistencial es satisfacer "las necesidades de promoción, prevención y rehabilitación de la salud de los niños, niñas y adolescentes" (Yarza 2010). A su vez, su dimensión docente agrega la tarea de producir conocimiento original, hacerlo disponible y transferirlo a estudiantes y profesionales de las distintas disciplinas que trabajan en salud pediátrica. En el HEGC esta doble misión tiene como resultado la sinergia, no la sobrecarga operativa. Esta sinergia se explica, en gran parte, por una cultura organizacional consciente y orgullosa de su doble misión. Así mismo, la pertenencia al colectivo se traduce en un compromiso personal con las labores. No es casual que el HEGC sea la primera institución pública de salud en cumplir el "Estándar General de Acreditación para Prestadores Institucionales de Atención Cerrada". Para la Directora del HEGC, la Dra. María Begoña Yarza:Lo que nosotros estamos garantizando con la acreditación en calidad es que cuando un usuario se vaya a atender, se le va a atender por el problema de salud que tiene, que no nos vamos a confundir en el sitio operatorio, que el cirujano que lo va a operar es un cirujano acreditado y que los equipos tienen plan de mantención, entre otros aspectos. - Superintendencia de Salud 2011Por lo mismo, la doble misión del HEGC es una invitación a entrar en ciclos de mejora constante mediante la gestión del propio saber. El perfil docente se transforma en el pie de entrada al manejo sistemático de los conocimientos propios, que para una institución que presta servicios es "uno de los principales activos en el entorno altamente competitivo de hoy. (...) Cuando se maneja adecuadamente, el conocimiento se convierte en un recurso clave para las organizaciones, ya que puede mejorar su competitividad: el descubrir conocimiento pasa a ser una fuente de innovación" (Heredia, y otros 2013, 133). Como establecimiento de alta complejidad, posee un gran dinamismo metabólico, que se manifiesta en un enjambre inmensurable de transformaciones de micro-saberes: cada transformación es una traducción de conocimiento, que es evidencia y sustancia de la interacción entre actores mientras participan de un conflicto o controversia. La gestión de este metabolismo de transformación y distribución de conocimiento es el motor para la mejora constante. Una de las cualidades del HEGC -y de la práctica de la salud en general- es que el flujo del conocimiento tácito "saber-hacer" es el que lleva el ritmo del metabolismo general. Por lo mismo, el conocimiento explícito y documentado es una representación indicial [(Peirce 1894); (Barthes 2003); (Green y Lowry 2007)] de la práctica. Harold Garfinkel (2006) sugiere que una lectura provechosa de los indicadores que documentan las actividades cotidianas de un establecimiento de salud de alta complejidad ?como es el HEGC? implica lo siguiente:
Conocer y usar el conocimiento de: (1) las personas particulares a las que se refieren los registros; (2) la persona que hizo el registro; (3) los procedimientos organizacionales y operativos de la clínica en el momento en el que se consultan los documentos del registro; (4) la historia mutua del paciente y de los miembros de la clínica; y (5) los procedimientos clínicos, incluyendo los procedimientos de lectura de los registros, como procedimientos que involucran al paciente y a los miembros de la clínica. -Garfinkel 2006Consecuentemente, la dirección encabezada por la Dra. Yarza entiende que los indicadores objetivamente verificables que arrojan los instrumentos de medición para la acreditación son, como la temperatura corporal de un paciente o su presión arterial, manifestaciones puntuales de un proceso metabólico complejo y multifario. Visto así, el HEGC puede ser descrito como una intrincada red de redes sociales: cada una de sus secciones es un conjunto de interacciones articuladas por sus propios conflictos y controversias. El todo y cada una de sus partes participan de un sistema de gestión estratégica, la que se manifiesta en innumerables documentos de intercambio, protocolos de buenas prácticas y otras formas de conocimiento explícito. Al mismo tiempo, el metabolismo general depende del arte "u oficio" de quienes allí trabajan. Esto no es exclusivo del HEGC, sino transversal a la práctica médica: desde sus orígenes la formación de profesionales de la salud se basa en una fuerte dosis de transferencia de conocimiento tácito, del "saber-hacer" del maestro a sus discípulos. De hecho, los procedimientos médicos conllevan un rango de discrecionalidad por parte de quien los aplica, simplemente porque cada paciente es un caso único. En extremo, y a pesar de que se inscriba en un rol bien establecido, un actor puede ser exigido por la contingencia para que efectúe actividades que están fuera de su perfil, pero dentro de sus competencias prácticas. En ese sentido es la performance la que termina definiendo la agencia, como en todo equipo donde el hacer es primordial. Performáticamente (Austin 1962), la definición de los roles se transforma en una controversia. Por lo descrito hasta ahora, no parece exagerado afirmar que el HEGC es una fuente inacabable de conflictos y controversias. La subsidiaridad de los actores respecto al eje "interacciones-conflictos-contro-versias" se acentúa con el funcionamiento 24/7 del HEGC: el sistema de turnos hace que actores distintos ocupen la misma posición6 velando por la estabilidad de la red de interacciones. Entonces, dado que los actores interactúan tanto directamente como en diferido, las convenciones "tácitas y explícitas" que permiten interpretar las huellas y manifestaciones adquieren especial relevancia. En consecuencia, el desafío de sostener una mejora constante en atención y docencia exige, desde una gestión del conocimiento con foco en cada una de las redes sociales que conforman el HEGC, mantener en vista no solo los asuntos cuantificables, comúnmente monitoreados por los procedimientos de acreditación. Se requiere poner en marcha un ciclo constante de investigación aplicada que, sin reduccionismos, trence el sistema de gestión, la práctica cotidiana de la salud y la indagación por nuevo conocimiento. Una visión estratégica de este tipo promete construir metodologías ajustadas a cada sección del HEGC que, además, trabajen como un sistema. Dicho sistema debe reconocer las coincidencias y ajustarse a las diferencias de situaciones tan diversas como son, por ejemplo, la administración de los tiempos de espera para cirugías, la implementación de dinámicas para el desarrollo cognitivo de niñas y niños que deben permanecer hospitalizados por períodos prolongados o el diseño de espacios de reunión e intercambio de información para los miembros de los distintos equipos de salud.